En esta guía de Product Management te explicamos todo sobre el Design Thinking: qué es el modelo Design Thinking, cuáles son sus etapas y en qué consiste el proceso.
- ¿Qué se entiende por Design Thinking?
- ¿De dónde viene el significado de Design Thinking?
- ¿Cuáles son las etapas del Design Thinking?
- Tres características del Design Thinking que debés conocer
¿Qué se entiende por Design Thinking?
Podemos entender el significado de Design Thinking como una metodología de generación de ideas innovadoras. ¿Su función? Dar soluciones reales a las necesidades de los usuarios. Esto significa que el eje del modelo Design Thinking es la necesidad humana en su sentido más amplio.
Es una estrategia innovadora que busca dar un valor real al cliente y que se convierta en una oportunidad para el mercado. Esta metodología proviene del área del diseño, más precisamente del diseño de productos: en esta área, los diseñadores buscan continuamente ideas para generar productos nuevos.
Otro aspecto importante del método del Design Thinking es que la respuesta a las necesidades debe tener un correlato con lo que es tecnológicamente factible en ese momento, con un modelo viable de negocio, y, sobre todo, en poco tiempo.
¿De dónde viene el significado de Design Thinking?
La metodología del Design Thinking tuvo sus raíces en la década del ‘60, de la mano del Nobel Herbert Simon y su libro La ciencia de lo artificial. Luego, otros investigadores continuaron trabajando en las fases del Design Thinking y añadieron variaciones. La primera vez que este método comenzó a desarrollarse de forma lucrativa fue en la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, en los años ‘70. En la misma universidad se fundó, de la mano del ingeniero y profesor David Kelly, la Hasso Plattner Institute of Design, un espacio donde enseñar y descubrir formalmente el modelo Design Thinking.
Además, Kelly es renombrado por la creación de IDEO, una de las empresas más conocidas en la aplicación del modelo Design Thinking. Se trata de una compañía de diseño fundada por Tim Brown y David Kelley en los ‘90, célebre por haber popularizado esta metodología en el ámbito comercial. Allí se desarrollaron las famosas etapas del Design Thinking, también conocidas como fases del Design Thinking, que aquí te vamos a explicar.
¿Cuáles son las etapas del Design Thinking?
Tal como mencionamos más arriba, las etapas o fases del Design Thinking son una parte constitutiva del modelo. Pero primero, una aclaración: no se trata de un proceso lineal, sino que es iterativo. Se puede volver a cualquiera de ellas siempre que sea necesario, pero se tiene que pasar al menos una vez por cada una.
Ahora sí: a continuación, te explicamos cuáles son las fases del modelo Design Thinking:
Empatizar
La primera etapa del Design Thinking consiste en aprender de los usuarios. Esto implica intentar colocarnos en su perspectiva. ¿Qué siente una persona afectada por el problema que queremos resolver? ¿Qué motivaciones lo impulsan? ¿Qué experiencias tuvo y desea tener? Este tipo de interrogantes es la base del pensamiento empático. En el modelo de Design Thinking, hay una serie de recursos que se utilizan para acceder a esa información:
- Observación
- Design Research
- Entrevistas
- Documentación
- Encuestas
Definir
De toda la información recopilada en el paso anterior, hacemos una selección inteligente y nos quedamos con aquella que nos permita delimitar o definir el problema. Este paso es importante en las etapas del Design Thinking, porque formular correctamente un problema es tan importante como resolverlo. De esta manera, vamos a saber cuáles son las necesidades a solucionar y podremos proyectar el resto de las etapas.
Idear
Una vez que tenemos claro cuál es el problema y qué necesidades tienen nuestros clientes, es hora de buscar soluciones.
En esta fase del Design Thinking se abre el juego sin ningún tipo de restricción: toda idea es válida hasta que se demuestre lo contrario. Es aconsejable utilizar el pensamiento lateral y encontrar soluciones “fuera de la caja”, en cantidad y sin miedo a la equivocación.
Es el momento de poner a trabajar al equipo interdisciplinario, donde distintas miradas y maneras de percibir el mundo pueden sacar chispas hasta encontrar soluciones que de otra manera serían difíciles de hallar. Como dijimos al principio, es importante que las ideas encontradas en esta etapa del Design Thinking cumplan con los criterios de:
- modelo de negocio viable
- que cubra la necesidad de nuestro cliente.
- factibilidad tecnológica
Prototipar
Es hora de construir prototipos de manera rápida y económica de las soluciones encontradas para presentarlas a los interesados. Se trata de un modelo de una secuencia futura de producción.
Tanto en esta etapa del Design Thinking como en el resto, es importante la velocidad y la cantidad, ya que luego se descarta todo lo que no funcione o no sea viable.
Testear
La última fase del Design Thinking es la prueba del prototipo. ¿Funciona? ¿Qué efectos produce en nuestro público objetivo? Es una etapa importante, porque aquí vamos a saber cuáles son las sensaciones de las personas al probar el producto o solución; qué percepción tienen y cómo reaccionan.
Una vez que obtenemos el feedback, prestamos atención y tomamos nota para aplicar los cambios que sean necesarios en el producto.
Tres características del Design Thinking que debés conocer
Foco en el usuario
El modelo de Design Thinking tiene en cuenta a las personas y a su manera de comportarse, su percepción sobre el mundo y, por añadidura, su experiencia en el uso de un producto o servicio determinado. La principal diferencia con el proceso creativo tradicional es que el proceso de Design Thinking tiene como centro a las personas, no al proceso en sí mismo.
Trabajo colaborativo
Los diseñadores tradicionales están entrenados para trabajar en soledad, o cuanto mucho con otros diseñadores. En cambio, el método Design Thinking procura juntar especialistas en distintas disciplinas para que aporten ideas desde distintas perspectivas y experiencias. Por eso, es habitual oír que el Design Thinking es interdisciplinario.
Experimentación
Cuando se trabaja sobre la base del modelo Design Thinking, es importante poner a prueba los productos y estar dispuestos a cambiar lo que sea necesario. En definitiva, se trata del viejo lema de la prueba y el error. En este punto, vale aclarar que los productos y proyectos deben poder llevarse al plano concreto: en la metodología del Design Thinking tiene que haber posibilidad de prototipar, testear y medir, para que luego los resultados puedan optimizarse.